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Post date: Oct 23, 2015 5:17:28 PM
Una de las mejores cosas del otoño en Bruselas es la hora del chocolate caliente... Después de un buen paseo, ya con un abrigo y la punta de la nariz ligeramente fría... Al lado de un fuego... en uno de esos cafés con encanto de la capital de Europa... Los alrededores de la Grand Place son un lugar ideal... Sin prisas... A veces hasta uno se vuelve transcendente y empieza a hablar de aquellas cosas de las que nunca habla... y hasta empieza a escuchar!!!... Como si el tiempo se hubiese parado... Unos momentos simples... tan simples, tan verdaderos, que acaban siendo inolvidables.
Luego, de nuevo a la calle, de nuevo el fresco en la nariz, de nuevo el paseo... Bajo esas luces, bajo esas historias... Y uno le acaba tomando gusto al asunto... y propone: "¿Una cerveza brune en una de estas calles"?... En otro local con sabor, con música suave, con historias... Y la magia empieza de nuevo...
Como decía alguien medio argentino medio español que conocí hace tiempo... "Hay que joderse (con perdón), lo linda que puede ser la vida".
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