La Guía de Gante. 07. ACTO III. Paz interior... y una misteriosa atracción
LA GUÍA DE GANTE. 7
Acto III.
Paz interior... y una misteriosa atracción
0. La Guía de Gante 1. ACTO I Se levanta el telón y aparece una ciudad medieval en todo su esplendor 2. Graslei y Korenlei. Historias de un mundo que nace 3. El mercado del grano... y el propio San Nicolás 4. ACTO II El orgullo en los triunfos... y en las derrotas 5. El Belfort. Libertades, campanas y dragones de fuego 6. Orgullo y pasión. La Lonja de los Paños, el Ayuntamiento... y Carlos V 7. ACTO III Paz interior... y una misteriosa atracción 8. La Catedral que nunca pensó en serlo 9. Atracción fatal: La Adoración del Cordero Místico 10. ACTO IV Las pequeñas (y grandes) cosas de la vida 11. La carne, los Viernes y Margarita la Rabiosa 12. Los obreros, el pescado y el poste de las ejecuciones 13. ACTO V Un final que bien puede ser un principio 14. Un castillo que vino de las Cruzadas 15. Felipe de Alsacia, el rey Arturo y la búsqueda del Santo Grial 16. EPÍLOGO El espectáculo ha finalizado... ¿...o no? 17. EXTRA. Gante de noche 18. EXTRA. OJO a los 10 días de Gante
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La historia te lleva ahora a la tercera de la torres de Gante: la de la Catedral. Y como en las dos anteriores, aquí vas a encontrar también una apasionante historia.
Ahora toca dejar por un momento el mundo en el que has vivido para adentrarte en otro más espiritual. No importan las creencias de cada cual. Ahora toca dejar volar los sentidos.
El recorrido que tienes que hacer es muy, muy corto; simplemente cruza la plaza que separa (o mejor, que une) la Lonja de los Paños y la Catedral. A tu izquierda vas a dejar el delicioso edificio modernista que alberga el Teatro Nacional Flamenco. No tengas prisa y disfruta del lugar.
De frente tienes la consistente fachada-torre de la Catedral de San Bavón, el patrón de Gante.
La torre llegó a ser bastante más alta (un tercio más) ya que sobre la terraza tuvo un gran tejado puntiagudo, pero un rayo cayó sobre él en 1603 y lo destruyó. Nunca más volvió a reconstruirse. No fue la primera ni tampoco la última de sus "heridas".
Lo curioso es que esta iglesia no nació para ser catedral. Ni siquiera para ser la iglesia más importante de la ciudad. Su nueva posición se la dio Carlos V... pero no porque quisiera potenciarla, sino simplemente porque, tras derribar la abadía original de San Bavón para construir la nueva fortaleza, los monjes se tuvieron que trasladar hasta aquí.
La fachada es en cierta medida curiosa porque por una parte está dando acceso al interior del templo, pero por otra realmente lo está ocultando. Porque el interior que se esconde tras esa puerta es de otro mundo y pronto lo vas a comprobar.
¡Arriba el telón!
Mapa del recorrido