03 Plaza Dam

GUÍA DE AMSTERDAM. Las Puertas de Nunca Jamás

03. Plaza Dam. El lugar en el que pasa todo

Da una oportunidad a la magia...

flecha a la derecha

La Plaza Dam es el corazón de la ciudad. No es, probablemente, la plaza más bonita ni la mejor resuelta... pero si no has estado aquí no has estado en Amsterdam. Porque es “la plaza”. Es el lugar en el que nació Amsterdam hace más de 800 años y, casi desde entonces, es el lugar en el que pasan las cosas importantes... y las que no lo son...

Plaza Dam... calle Damrak... Amsterdam... ¿Qué pasa, que aquí todo tiene que empezar o terminar por "dam"?

No... no es eso... pero tampoco es una casualidad. La palabra “dam” significa dique en holandés. Y por tanto, la palabra Amsterdam significa “Dique sobre el río Amstel” (Amstel-dam). Así de simple. Y ese dique estaba justo aquí, más o menos en lo que hoy es el centro de la plaza (la plaza... Dam...). Si eres mínimamente observador no te va a resultar difícil “verlo".

Si te sitúas en la plaza mirando hacia la Estación Central verás, en lo que hoy es la calle Damrak (por la que has venido) el primitivo cauce del río Amstel “desembocando” en el Mar del Sur (hoy, la estación). Ahora date la vuelta. Verás la calle Rokin, que no es otra cosa que el cauce por donde venía el río, hoy también cubierto (en este caso desde 1936).

Pues bien, aquí, justo donde estás, estaba el dique que cerraba el curso del río. Bueno... que lo cerraba, que lo abría y que lo desviaba, según tocase, para regular el caudal. Un dique que hacía además las veces de puente entre ambas orillas del Amstel.

Y fue aquí, junto al dique, en las dos orillas del río, donde nació Amsterdam algo después del año 1200, como una aldea de pescadores, rodeada de agua y de marismas, frente al mar. Eres capaz de verlo... ¿no?

Desde entonces el mundo ha dado muchas vueltas, pero las cosas importantes se han seguido cociendo siempre aquí.

Es el lugar de las bodas reales, de las grandes proclamaciones, de las manifestaciones, el lugar de la "primavera" hippie del 70, de las fiestas, de los espectáculos callejeros... el hogar de Batman y del hombre tragafuego...

El “Palacio Real”

La plaza está dominada en un extremo por lo que hoy se conoce como Palacio Real. Y digo “hoy se conoce” porque este palacio en realidad se construyó en 1655 como el edificio del Ayuntamiento. Y eso siguió siendo hasta 1806, cuando a Holanda le pusieron un rey... y hubo que alojarlo en algún sitio.

Se trataba de Luis Bonaparte que, como su propio nombre indica, era el hermano de Napoleón, que lo había colocado a la cabeza del recién inaugurado Reino de Holanda.

El edificio era el más noble de la ciudad y estaba situado en el lugar más emblemático, así que no hubo duda para su elección... aunque es cierto que aún hoy le sigue faltando el “boato” propio de los grandes palacios reales europeos...

Además, con esos aires “clásicos” que tiene, se podría decir que es el menos holandés de los grandes monumentos de la ciudad que, como acabarás viendo a lo largo de tu viaje, se encuentra mucho más confortable con el ladrillo y la piedra blanca.

No obstante, el edificio cumplió a la perfección su papel y desde entonces, ya sin los Bonaparte, ha seguido siendo el Palacio Real... Si bien los reyes no lo han usado demasiado, porque, aunque la capital sea Amsterdam, ellos siempre han vivido en La Haya... al igual que el Gobierno y el Parlamento...... Cosas de los holandeses...

El palacio, eso sí, se usa para los grandes acontecimientos y, sin duda lo habrás visto numerosas ocasiones en las noticias... aunque quizás no lo habrás reconocido, porque la imagen que suele dar la vuelta al mundo es la del balcón, con príncipes y reyes bien vestidos, saludando felices y sonrientes a la multitud... Porque sí... en Holanda hay “química” entre los reyes y los ciudadanos... Claro... que tal vez el propio balcón tenga su parte de "culpa"...porque está tan súmamente bajo que hace que los monarcas estén quizás más cerca de la realidad... Fíjate en ello... :)

La Nieuwe Kerk

Justo al lado del Palacio está la Nieuwe Kerk, la Iglesia Nueva... que ya ni es iglesia ni es nueva...

Es del siglo XIV y fue una de las dos primeras iglesias de Amsterdam (había una en cada orilla del río). Una gran iglesia gótica católica que con el tiempo primero se convirtió al Protestantismo y luego, siglos después, acabó por dejar de ser un templo... Un destino, por cierto, que han compartido otras muchas iglesias en la ciudad.

La Nieuwe Kerk es hoy un centro de exposiciones, aunque -eso sí- sigue siendo el lugar donde se celebran las bodas y las proclamaciones de los reyes de Holanda (en Holanda los reyes no se coronan, se “proclaman”).

Los últimos en pasar por aquí han sido los actuales reyes, Willem-Alexander (Guillermo Alejandro, en España, por esa extraña costumbre de traducir los nombres de los monarcas) y la argentina Máxima Zorreguieta.

Fue en 2013. Hubo ceremonia en la Nieuwe Kerk, balcón en el Palacio Real, recorrido en barca por los canales, algún que otro compás de rock... y por todas partes, mucho color naranja... el color del país.

El naranja recuerda precisamente a la dinastía reinante (los Orange), y lo verás por todas partes si llegas a Amsterdam en un día de celebración... o durante un Mundial de fútbol... Porque el fútbol es la gran pasión holandesa...

Las otras historias...

Ya que estás a este lado de la plaza, antes de cruzar para el otro lado podría ser interesante que echases un ojo fugaz a la parte trasera del Palacio. Justo detrás de él te vas a encontrar con lo que algún día fue el edificio central de Correos y hoy es un centro comercial (el Magna Plaza). Se trata de un edificio muy interesante de comienzos del siglo XX, que fue diseñado por P.C.Peters.

Volviendo a la Plaza Dam, verás que el "escenario" se completa con una colección absolutamente variopinta de edificaciones que en realidad tienen muy poco que ver entre sí, pero que por una u otra razón, acaban siendo singulares. Como el histórico y muy “chic” hotel Krasnapolsky, que a finales del siglo XIX era el único que ofrecía agua caliente y teléfono en todas las habitaciones, y que en la parte trasera cuenta con su propio embarcadero privado en el canal; o el museo de cera de Madame Tussaud... palabras mayores para los aficionados al género.

Tampoco conviene dejar de lado los grandes almacenes Bijenkorf, toda una institución en los Países Bajos. El actual edificio de los almacenes es de 1957, pero durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial mantuvo un pulso con las autoridades ocupantes, llegando a prohibir que los soldados alemanes compraran en la planta baja, donde se encontraban los stands de joyas y objetos de lujo, donde trabajaban la mayor parte de sus trabajadores judíos. Todo un hito, teniendo en cuenta lo que hicieron los nazis en esta ciudad, como tendrás ocasión de conocer a lo largo de tu viaje.

El "obelisco" y el Flower Power

Justo delante del hotel Krasnapolsky y de los almacenes Bijenkorf te vas a encontrar con una especie de obelisco conmemorativo en el que, salvo que el tiempo lo impida, es frecuente ver gente sentada. Es el Monumento Nacional a los holandeses muertos en las guerras... aunque si los paseantes se sientan en sus gradas no es tanto para rendir un homenaje... Es más bien porque que el lugar invita a ello...

La “cosa” comenzó en los años 60, la época de los hippies, el flower power, la psicodelia, la protesta contra la Guerra de Vietnam, y el “prohibido prohibir”.

Pues bien, mientras en París los estudiantes buscaban la playa bajo los adoquines de la calle (y de paso se los tiraban a la policía), Amsterdam y esta plaza se convirtieron en un icono de otra de las caras de esos años de revolución social: los hippies... como estaba ocurriendo en Londres o San Francisco.

El carácter liberal y tolerante de la ciudad encajaba muy bien con los ideales del movimiento hippie y pronto acabó por generarse un caldo de cultivo propicio. Los jóvenes empezaron a llegar de forma masiva a la ciudad, y en 1969 y 1970 esta plaza -y este obelisco- iban a vivir su gran momento de gloria.

En 1969 el obelisco de la plaza Dam se convirtió en el lugar de concentración de los hippies durante el día... pero sobre todo, era el lugar donde dormir por la noche. Sin dinero para hacerlo en otro sitio, las gradas que rodean el monumento se convirtieron en el lugar ideal para compartir aquella experiencia, en paz, amor, armonía universal y con las estrellas por techo...

Había nacido “De Damslapen” (la “Damdormida”). Estas gradas se convirtieron en el cuartel general hippie de la ciudad y en un gran símbolo de libertad. El verano de 1970 fue para Amsterdam "el verano del amor".

El problema llegó cuando, como dijo alguien, empezó a haber más gente durmiendo en el suelo de la Plaza Dam que en el hotel Krasnapolsky...

Encauzar mejor que prohibir

La ciudad se dio cuenta de que podía llegar a ser víctima de su propio atractivo. Así que el 24 de agosto de 1970 las autoridades locales decidieron prohibir el “Damslapen”. Los hippies no recibieron bien la propuesta, y por un día las piedras sustituyeron a las flores. Los enfrentamientos con la policía fueron intensos... y al día siguiente los “marines” tuvieron que entrar en acción para poner fin a la fiesta.

Sin embargo, la represión no ha sido una actitud que haya gustado nunca a esta ciudad. Acostumbrada a lidiar con los canales, siempre ha preferido encauzar antes que prohibir.

Así, las cosas acabaron por reconducirse. No más acampadas en Plaza Dam, pero sí acampadas en Vondelpark. El gran parque del sur de la ciudad quedaba así convertido a partir de ese momento en un parque de amor y paz. Todos más o menos contentos...

¡Qué tiempos!

Y es que aquel 1969 había colocado a Amsterdam en el centro de todas las miradas. El lugar en el que se estaba cocinando una auténtica revolución social.

Al mismo tiempo que los hippies dormían en Plaza Dam, iba a producirse en Amsterdam otra “dormida” que habría de "pasar a la Historia"... aunque en esa ocasión no ocurrió en la calle, sino... en la suite presidencial del Hotel Hilton!!! a unos centenares de metros de aquí.

Fue la “encamada” más famosa de la Historia: John Lennon y Yoko Ono, una semana entera en la cama en su “luna de miel” y con la puerta abierta para los periodistas (eso sí... de 9 de la mañana a 9 de la noche). Era su forma de gritar “No a la guerra”... de Vietnam.

Fue en marzo de 1969, y las fotos, en riguroso blanco y negro, forman ya parte de la historia del pop.

Unas cosas y otras fueron abriendo debates que en cualquier otro lugar eran tabú: el consumo de drogas, la libertad sexual, la prostitución... Y Amsterdam, fiel a su espíritu de encauzar mejor que prohibir, empezaba a convertirse en faro y guía para toda una generación.

Aquí nació otra historia... Pero por el momento mejor lo dejamos para los capítulos siguientes, que todavía hay mucho que vivir.

Ahora que ya has empezado a conocer Amsterdam, disfrútalo. Hoy no se puede dormir junto a la columna, pero sí está permitido sentarse. Es más, es casi obligado... Así que no tengas prisa... Siéntate y sé tú mismo...

¿Lo notas?... Te estás empezando a convertir en un personaje más de esta historia...

Continúa: El Segundo Reino. El Reino de los Prodigios.

flecha a la derecha

El Mapa del Recorrido

Mapa de Amsterdam 03

PINCHA EN LOS MAPAS PARA AMPLIARLOS

La Plaza Dam, el corazón de Amsterdam

Mapa de Amsterdam 03
Mapa de Amsterdam 03-2

Este recorrido no tiene ninguna complicación. Se desarrolla íntegro en la Plaza Dam.