Grande Place

LA GUÍA DE BRUSELAS. 2

La Grand Place, un tesoro

que nació del fuego

Da una oportunidad a la magia...

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Grande Place Bruselas

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Propaga la epidemia

La maravilla que tienes a tu alrededor nació del mayor acto de destrucción que haya sufrido nunca la ciudad. 13 de agosto de 1695. Habían dado las seis de la tarde cuando los cañones del ejército del rey de Francia, el Rey Sol Luis XIV, colocados cómodamente fuera de las murallas de Bruselas, recibieron la orden para disparar. En apenas 48 horas cayeron más de 3.000 bombas sobre la ciudad. Las guerras empezaban a cambiar...

Los franceses utilizaron el campanario del Ayuntamiento como referencia para apuntar los cañones y lanzaron una auténtica lluvia de fuego sobre la ciudad. Todo el centro quedó arrasado. Apenas el campanario (curiosamente) y la fachada del Ayuntamiento quedaron en pie.

Pero justo después llegó el turno de la magia. Porque bastaron cuatro años para inventar lo que te rodea. Bruselas se levantó orgullosa de la afrenta y sobre aquellas ruinas construyó la que probablemente sea la plaza más bella del Europa.

Grande Place

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Tómate, pues, todo el tiempo que quieras, porque lugares como éste no se pueden visitar de cualquier manera.

¿Quieres un consejo? Primero déjate atrapar por el conjunto. Y después, solo después, empieza a saborear sus detalles. No trates de absorberlo todo de un golpe.

El mayor riesgo que corres en esta plaza es que te afecte el "síndrome de Sthendal", esa especie de crisis de ansiedad que dicen que se produce cuando alguien no es capaz de asimilar la enorme cantidad de belleza que le rodea. O dicho de otra forma, que te bloquees y no sepas hacia dónde mirar, como esos niños pequeños en la mañana de Reyes ante una habitación llena de regalos...

Grande Place

No te apures. Aquellas viejas tarjetas postales te ofrecen el "antídoto": esta plaza hay visitarla al menos dos veces. Una primera para tener una visión general y la segunda para empezar a saborear sus detalles. Te sorprenderás cuando veas la cantidad de cosas que eres capaz de apreciar si dejas que la mente se tome su tiempo...

Ahora simplemente disfruta con esta primera "inmersión". Como ese niño de antes, date el placer de girar en redondo, siéntete rodeado... y al final ve hacia la bicicleta... hacia el más grande de todos los regalos... que aquí es el Ayuntamiento.

Ayuntamiento Bruselas

El genial desequilibrio

del Ayuntamiento

El Ayuntamiento tiene un cierto poder hipnótico. Es el espectacular edificio gótico que se salvó de las bombas y que desde la Edad Media es el mayor símbolo del orgullo y de la pujanza de la ciudad.

Porque por encima de todo significa eso, la independencia de los ciudadanos, de los "burgueses" (de los habitantes del burgo) en la nunca fácil relación con el poder de los duques, de los condes o del rey.

Es un edificio impactante. Con sus formas de cuento de hadas, con su armonía, con su equilibrio... ¿o tal vez no?...

Porque si prestas atención te darás cuenta de que su armonía y su equilibrio tienen "truco". Un truco muy antiguo y, en cierta manera, oculto.

La parte más antigua es el ala izquierda (se construyó entre 1402 y 1421). Y si te fijas, verás que su fachada es bastante diferente a la del ala que está a la derecha de la torre, tanto en el diseño como en el tamaño.

Es un desequilibrio extraño del que prácticamente nadie se da cuenta en una primera mirada. Y es que a veces es en las imperfecciones donde se encuentra la vida.

Grande Place
Grande Place

El arquitecto que diseño el ala derecha (entre 1444 y 1450) hizo en cierto modo una genialidad. Porque no se limitó a duplicar lo que había en el otro lado.

Aunque siguió con el mismo concepto, diseñó un piso principal más "moderno", con ventanales más grandes. Así, con unos huecos de mayor tamaño, de alguna forma compensaba que esta parte del edificio era más corta. Hay quien dice que el edificio (como la propia plaza) está lleno de mensajes ocultos. El ala de la izquierda, por ejemplo, (incluida la torre), tiene 12 arcos; la derecha, siete, dos números mágicos en el mundo de la Alquimia... aunque para cuadrarlo haya que hacer los arcos de un lado más anchos que los del otro (¿te habías dado cuenta de ello...?).

El campanario tal como lo ves fue lo último en construirse, entre 1449 y 1454, a partir de uno cuadrado más antiguo del que todavía puedes ver la base. Es una construcción espectacular, casi salida de la ilustración de un libro de cuentos, que tiene en lo más alto una veleta dorada con San Miguel venciendo al demonio... que lleva ahí, derrotado y con la lengua fuera, más de 600 años. Desde la plaza parece pequeña, pero mide más de dos metros del alto.

Y si miras justo hacia abajo y entras por la puerta que hay en la torre, llegarás a un patio interior donde, en el suelo, el pavimento de piedras hace el dibujo de una estrella. Es el centro geográfico de Bruselas.

La Maison du Roi

El segundo gran edificio de la Grand Place está justo enfrente. Es la Casa del Rey (la Maison du Roi). El edificio en sí es "reciente" (tiene algo más de 100 años), aunque está inspirado en el original de origen medieval.

Maison du Roi

En realidad nunca fue la casa del rey (el palacio "real" estaba en la parte alta de la ciudad). Primero había sido la Lonja del Pan y luego fueron las dependencias administrativas de los Duques de Bravante, los señores de la ciudad (aquí se impartía la justicia, por ejemplo).

Era como una "avanzadilla" de los señores en pleno corazón de la ciudad burguesa. La Casa del Rey frente al Ayuntamiento. El poder de los señores frente a la pujanza de los ciudadanos. Dos símbolos cara a cara, ambos orgullosos, ambos desafiantes... Así durante siglos...

Originariamente se llamaba la Casa del Duque (en honor a los duques de Bravante). Pero se le "ascendió de grado" en honor a Carlos V porque cuando el edificio se reconstruyó, el emperador era también el señor de estas tierras. Hoy es el museo de la ciudad. Es una construcción realmente atractiva y merece la pena perderse por sus detalles.

Historias de vida y de muerte

La Grand Place fue durante siglos la plaza de las cosas importantes. Aquí estaba el mercado, aquí se celebraban los grandes acontecimientos públicos, los torneos (tanto el emperador Carlos V como su hijo, el futuro rey de España Felipe II, participaron en torneos en esta misma plaza)... y aquí se llevaban a cabo las ejecuciones.

Aquí mismo perdieron la vida los primeros protestantes, que fueron quemados vivos por orden de la Inquisición.

Y poco después, aquí, justo delante de la Casa del Rey, un 5 de junio de 1568, morían decapitados Lamoral, conde de Egmont y De Montmorency, conde de Hoorn. La orden la había dado directamente el Duque de Alba, que vio la ejecución desde una de las ventanas del edificio. Aquí también habían pasado ellos su última noche.

Inmediatamente se convirtieron en héroes populares y en símbolos de la lucha por la libertad. Goethe se inspiró en su historia para escribir la obra Egmont, a la que más tarde pondría música el propio Beethoven.

Durante años sus estatuas estuvieron en esta misma plaza, mirando de frente a la Maison du Roi. Hoy, aunque ya no están aquí, todavía existen. Se conservan en un lugar realmente delicioso al que irás un poco más adelante cuando recorras la Ciudad Alta.

... y un tributo a la tradición

Ahora, para terminar con esta primera aproximación "épica" a la Grand Place, toca hacer un tributo a la "tradición". Ve a la calle que hay justo a la izquierda del Ayuntamiento. Allí, bajo los soportales, encontrarás en la pared el monumento a otro de los héroes locales, Everard't Serclaes... aunque en este caso, si hoy es relevante para los miles de personas que pasan cada día por esta plaza es porque uno no puede irse de ella sin tocarlo... Sin tocar su pierna... y hasta la cabeza del perro que lo acompaña... Porque según dice la tradición trae buena fortuna... o se cumple el deseo que se formula...

Grande Place

La escultura recuerda un hecho que ocurrió en esta misma plaza, en 1356 nada menos., Y es que Everald't también osó enfrentarse a los poderosos. En esa ocasión fue a los soldados del Conde de Flandes que habían ocupado la ciudad. En un acto simbólico y de provocación arrebató la bandera flamenca y la sustituyó por la de los Duques de Bravante, los señores de la ciudad, y alentó a la población a la revuelta. Esto lo convirtió en un verdadero héroe.

Hoy, más de 600 años después su recuerdo se sigue "tocando"... Aunque desde finales de 2012 con un poco de "trampa". La escultura está en restauración y se ha sustituido por una réplica exacta en material plástico... que a su vez ya ha sido desgastada... Se ve que la réplica conserva los "poderes" del original...

Mapa del recorrido

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Mapa de Bruselas: Las Grand Place

Un primer vistazo

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La Grand Place tiene dos referencias: el Ayuntamiento (con su torre) y la Maison du Roi (justo enfrente). El resto de las casas también tienen su historia, pero la dejamos para un capítulo posterior.

La escultura de Everald't Serclaes está debajo de los soportales que ves en la calle que sale justo a la izquierda del Ayuntamiento (Rue Charles Buls)

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