La verdad es que es un edificio atractivo... aunque al final resultó poco práctico... Pronto se quedó pequeño y hubo que ponerle delante una auténtica "pantalla" de edificios de vidrio que han acabado por ocultar su imagen cuando se viene desde el centro de la ciudad... Una lástima. No obstante, siempre queda la vista desde la parte posterior, viniendo desde el Parc Léopold. Desde ahí gana mucho... e incluso tiene su "puntito" misterioso, sobre todo en los días nublados de invierno, cuando su silueta se dibuja entre las ramas de los árboles y su fachada juega con los reflejos de las nubes. Es curioso lo que pueden llegar a ganar algunos edificios cuando se los saca de su "coraza" urbana y se los pone frente a frente (...o espalda a espalda...) con la naturaleza... Dan ganas de ponerse a inventar historias... |
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